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Forbidden Planet (El planeta prohibido)

Dirección: Fred McLeod Wilcox.
País: USA.
Año: 1956.
Duración: 106 min.
Género: Ciencia Ficción.
Interpretación: Anne Francis, Leslie Nielsen, Walter Pidgeon y Warren Stevens.
Guión: Cyril Hume,Allen
Adler,Irving Block.
Producción: Nicholas Nayfack.
Música: Louis y Bebe Barron.



Mientras retrocedimos en el tiempo de la ciencia ficción, podemos llegar al año 1956 y encontrar un verdadero Big Bang cinematográfico. Forbidden Planet es una auténtica joya del cine y un efectivo molde para muchísimas producciones como Viaje a las Estrellas (Star Trek), La dimensión desconocida (The Twilight Zone), perdidos en el espacio (Lost in Space) e incluso la actual y exitosa serie de televisión Perdidos (Lost).

La cinta desde el primer momento engancha gracias a sus cuidados efectos especiales, su música “espacial” y un jovencito Leslie Nielsen a casi cuarenta años de su racha de burdas comedias “Y donde está el policía?”.La cinta se inscribe en una moda cinematográfica de los cincuentas donde predominaban los ovnis, viajes espaciales, mundos lejanos, insectos y plantas mutantes y un sinfín de escenarios resultantes del buen y mal uso de la ciencia. Algo ciertamente comprensible, ya que estaban a pocos años de las dos bombas atómicas, y en medio de los primeros satélites y sondas interplanetarias. Sin embargo, Forbidden Planet, se despega de aquellas cintas “mata marcianos” gracias a un buen y cuidado trabajo. Los efectos espaciales resultan muy aceptables, gracias a los dibujantes de Disney que apoyaron en la producción, en especial el fabuloso aterrizaje de la nave C57D en las arenas de Altair IV y el paseo de Morbius y Adams por las instalaciones Krell.

El argumento se sostiene bien gracias a su inspiración en La Tempestad de William Shakespeare. Un equipo militar llega a Altair IV bajo las ordenes de rescatar un asentamiento humano enviado hace ya largos años, sin embargo, se encuentran con los dos últimos sobrevivientes, el doctor Morbius y su hija que se rehúsan a abandonar el planeta ya que han encontrado las ruinas de una antigua civilización llamada Krell. Estas ruinas altamente avanzadas en tecnología entregan grandes comodidades al científico y su hija y una ventana a límites insospechados en el conocimiento de la mente. Los cuales investiga a diario.
Obviamente al enterarse el comandante de la tripulación de aquellos avances distantes e insospechados para la humanidad, decide informar a la Tierra lo que desata el conflicto científico-militar muy en boga por aquellos años. La utilización de la ciencia por el bien de la humanidad o para la creación de armas cada día más avanzadas y mortales.

Así como en la obra de Shakespeare, donde Prospero renuncia a sus avanzados conocimientos de magia, que solo le han traído sufrimiento, para reincorporarse a la civilización. Morbius y el comandante Adams renuncian al tesoro arqueológico de los Krell, de un potencial infinito en conocimientos científicos, pero al más alto costo para la humanidad y es justamente éste el mensaje final de la cinta. Un mensaje de alerta ante el vertiginoso reclutamiento de conocimientos y tecnologías que día a día, década tras década, como la espada de Damocles, cuelga sobre nuestras cabezas.

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